Con un estilo que parece sacado de las películas de animación de Disney, Bye Sweet Carole es un videojuego que entra por los ojos… Y se queda ahí, lamentablemente. Una jugabilidad torpe y algo pesada, diversos bugs y una historia que no termina de unir de forma correcta todas sus piezas empañan una obra maravillosa en lo artístico. Te cuento qué tal está en este análisis.
| DESARROLLADOR | EDITOR | PLATAFORMAS | FECHA DE LANZAMIENTO | VERSIÓN ANALIZADA |
|---|---|---|---|---|
| Little Sewing Machine | Maximum Entertainment | PC · PS5 · Nintendo Switch · Xbox Series | 9 de octubre de 2025 | PC |
La influencia de Disney
Bye Sweet Carole es una aventura narrativa en 2D, con toques de plataformeo y acertijos muy sencillos. El videojuego brilla en su apartado artístico, que recuerda al Disney clásico y a las primeras películas a color de la querida empresa. Lo cierto y verdad es que el dibujo, las animaciones e incluso la música son una auténtica preciosidad. Es un trabajo excelso por parte de Little Sewing Machine en ese sentido.
El juego nos lleva a controlar a Lana Benton, una joven que trata de buscar a su amiga desaparecida, Carole Simmons. No se sabe dónde está la chica y ha desaparecido en extrañas circunstancias. El título nos transporta a la Inglaterra de principios del Siglo XX y la estética antigua del dibujo encaja perfectamente con el momento en el que transcurre la acción. Ayuda a la inmersión.
Benton vive en el orfanato Bunny Hall, lugar del que ha desaparecido Carole. Extrañada por este hecho, Lana comienza la búsqueda de su amiga, algo que nos lleva a diferentes localizaciones. La investigación se vuelve muy extraña rápidamente y hay multitud de elementos que no encajan, pero todo forma parte de la dualidad de realidades en las que convive la protagonista.
Y es que Bye Sweet Carole no cuenta un relato normal. Como en las clásicas películas de Disney, navega entre el mundo real y otro de fantasía, y mezcla elementos verosímiles con otros mágicos. La influencia de Disney y otras obras no sólo es visible en el arte, sino que también lo verás en otros elementos. Por ejemplo, el inicio recuerda inevitablemente a “Alicia en el país de las maravillas”.
Por tanto, la aventura discurre entre el mundo real y “Corolla”, un mundo onírico en el que las leyes que rigen nuestro universo no siempre se cumplen. Y aunque en un principio parece que todo es felicidad en Corolla, rápidamente conoces a personajes siniestros que dan muy mal rollo. No es que sea un juego de miedo ni que te vaya a asustar, pero tiene un punto tétrico bien curioso.
La historia me ha dejado mucho más frío de lo que esperaba y creo que no logra aunar de forma correcta todas las piezas de su universo. Se deja influenciar demasiado por la propia Disney y se empeña en mandar un mensaje de crítica social, algo que no termina de funcionar del todo bien. No está mal y es lo suficientemente misteriosa como para tenerte atento, pero me ha faltado un mejor resultado en lo narrativo.





La jugabilidad es lo más terrorífico
Pero lo que menos me ha gustado con diferencia es la jugabilidad. Deja mucho que desear y parece que ha ocupado un segundo plano en el desarrollo. Este título parte de un prototipo descartado de Chris Darril, el creador de Remothered. El creativo italiano rescató la idea y ha dado como resultado Bye Sweet Carole. Quizá era más un experimento artístico que un videojuego.
Sea como sea, jugablemente no acompaña. En realidad, y sin querer hacer spoiler, en la aventura controlas a varios personajes más allá de Lana. Cada uno de ellos tiene unas habilidades concretas (por ejemplo, el conejo tiene la capacidad de saltar más alto) y esto da cierta variedad a la aventura, pero lo demás está en pañales y está lleno de diferentes problemas que afectan negativamente a la experiencia.
Se nota que está muy basado en los Clock Tower clásicos. Tanto que incluso hay momentos de huida y persecución… aunque son terribles. Y no tanto porque el control de los personajes es tosco, sino porque incluso falla a veces la mecánica de escondite. Tampoco ayuda al ritmo que tenga una clara influencia de los point & click clásicos. Es un juego lento y hay que jugar con paciencia (también por los tiempos de carga).
Los puzles tampoco son nada del otro mundo, aunque esto en concreto me parece menos importante y no he sentido que sea necesario reformular este apartado. Cumplen. Son los típicos de conseguir un objeto y usarlo en alguna otra parte. Como las áreas de exploración no son muy extensas, el sistema funciona de forma correcta y ameniza la aventura, que dura unas 8-10 horas.
Pero la peor parte de todo esto es que hay múltiples de bugs, que incluso te pueden hacer caer en un softlock. A nivel de rendimiento, he jugado en PC y ha sido correcto, así que al menos en ese sentido no tienes de qué preocuparte (tengo una Gigabyte RTX 4080 Gaming OC 16GB GDDR6X y un Intel Core i7-14700K). Por cierto, tiene un muy buen doblaje al inglés (subtítulos en español).
Conclusiones
Bye Sweet Carole es un videojuego precioso en lo visual, con un estilo artístico que enamora desde el primer segundo y una ambientación que captura a la perfección el espíritu de los clásicos de animación. Sin embargo, su jugabilidad irregular, los numerosos fallos técnicos y una historia que no logra encajar todas sus piezas empañan un resultado que podría haber sido mucho más memorable.
Por último, dar las gracias a Maximum Entertainment por cedernos una copia de Bye Sweet Carole.






