Como amante de los videojuegos RPG de coleccionismo de criaturas, le tenía muchísima fe a Creature Keeper y era uno de los títulos que más esperaba de mayo. Por desgracia, el resultado final no es tan satisfactorio como parecía, pero no todo es negativo, ya que también tiene detalles que lo hacen interesante. Te cuento todo sobre Creature Keeper en este análisis.
DESARROLLADOR | EDITOR | PLATAFORMAS | FECHA DE LANZAMIENTO |
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Fervir Games | Graffiti Games | PC | 8 de mayo de 2025 |
Un universo que no se toma muy en serio a sí mismo
Creature Keeper es el nuevo videojuego de Fervir Games (editado por Graffiti Games). Este ARPG de captura y colección de criaturas ha tenido un desarrollo convulso y se ha retrasado en diversas ocasiones. De hecho, en 2024 probé la demo y me dejó una sensación muy regulera, pero confiaba en que la versión final sería mucho mejor, porque parecía que el salto era evidente.
Y sí, el juego ha mejorado mucho respecto a esa demo, que fue la típica descontextualizada y mal medida. Pero también es cierto que esperaba mucho más de él y, en mi opinión, se queda en una idea con mucho potencial, pero que no está bien ejecutada. A prácticamente cualquier sistema se le puede sacar un pero (o varios) y eso es un síntoma inequívoco de que algo no termina de funcionar.
Me fastidia especialmente porque su propuesta es atractiva: explorar, combatir, criar criaturas y mejorarlas con la creación de comidas y la búsqueda de objetos. Eres un guardián de criaturas y tu objetivo es descubrir qué está sucediendo a los monstruos de este universo, ya que una enfermedad extraña les está afectando y cambiando el comportamiento. El bucle jugable es satisfactorio durante las primeras horas.
Sin embargo, no tarda en mostrar sus problemas. El tutorial, mejorable en mi opinión, sólo cubre las mecánicas básicas y deja sin explicar elementos clave como el funcionamiento del jardín (un lugar para mejorar a las criaturas) o el uso correcto de las habilidades de los monstruos. Es más, desde el primer momento se ve que el sistema de misiones es algo confuso y no está del todo claro.
Pero el principal problema es que son muy simples. Se basan en ir a un punto determinado, acabar con unos cuantos monstruos y poco más. Cae en la repetición muy rápido y cuesta mantener la motivación en muchas ocasiones, siendo honesto. Tampoco ayuda que la historia sea muy sencilla, aunque tengo que reconocer que me ha gustado su tono desenfadado. No se toma muy en serio a sí mismo, y le sienta bien.
Los personajes secundarios tienen poco desarrollo, pero están diseñados con encanto y son realmente únicos en su comportamiento. De hecho, algunos diálogos tienen un toque de humor que funciona bien. También destaca el rival, ya que aporta carisma y ritmo. Pero, en líneas generales, la construcción del universo es algo pobre y es realmente difícil empatizar con ellos.

Capturando criaturas
Uno de los elementos más llamativos y que, personalmente, me hacían más ilusión, es que puedes capturar criaturas y luchar junto a ellas. Pero el sistema es… raro, la verdad. La captura de criaturas funciona a través de un sistema de alimentación. Les das su comida favorita hasta que confían en ti y se unen a tu equipo. Es bastante aburrido y se basa en que farmees bayas y comidas sin parar.
Además, tampoco queda muy claro qué criaturas son mejores, sinceramente (a pesar de tener stats). Por cierto, hay una especie de Pokédex que te marca nuevos objetivos para cada criatura. Si los completas, puedes mejorar el árbol de habilidades de cada criatura. Un sistema que recuerda en parte a Leyendas Pokemon: Arceus, aunque con más impacto, claro.
El sistema de combate es muy ARPG y no sólo los monstruos son los que participan en ella. De hecho, el protagonista también tiene la capacidad de golpear directamente a los enemigos, tanto humanos, como otras bestias. Es posible llevar tres criaturas a la vez que pelean a tu lado. Atacan de forma automática, pero también puedes usar habilidades especiales.
Los monstruos pueden tener “tres tipos”, en una adaptación muy básica del clásico “piedra, papel y tijera”, aunque eso no es un problema. Cada criatura tiene su propio tipo de daño, barra de energía, nivel de salud y habilidad especial, y es interesante ser estratégico en cada misión, para optimizar el uso de las criaturas. El problema es que el sistema no es divertido y, encima, tiene errores.
Las criaturas no siempre responden bien: pueden quedarse atascadas, no entran en combate o simplemente ignoran enemigos. La activación de sus habilidades exige estar cerca de ellas y pulsar un botón en su dirección, lo que en medio del combate es poco funcional. En muchas ocasiones resulta más eficiente ignorarlas y combatir en solitario, lo que tiene poco sentido en un juego así, claro.
Por cierto, para mejorar y cuidar a las criaturas existe el jardín. Al desbloquearlo, puedes plantar semillas que hacen que ciertos enemigos dejen caer objetos específicos o que potencian las habilidades de tus criaturas si las colocas estratégicamente en una cuadrícula. Las flores, de distintos tamaños y colores, interactúan entre sí y pueden buffar a múltiples criaturas a la vez si se ponen bien.
Pero bueno, el control del personaje a la hora de pelear sí es correcto. Es un combate rápido y eficiente, con el uso del ataque cuerpo a cuerpo y a distancia con un bumerán. Siendo honestos, el juego tampoco explica bien el funcionamiento de las armas, lo que puede llevar a ignorarlas. Aún así, el sistema puede resultar repetitivo por la falta de variedad de enemigos y patrones de comportamiento.
El juego luce un estilo pixel art cuidado, con animaciones suaves y criaturas con diseños sencillos, pero chulos. El toque retro, para los que venimos desde los inicios de Pokémon, es cautivador. El diseño de los entornos está bien resuelto, con una paleta de colores viva y variedad de biomas. La música acompaña con temas alegres que encajan bien en cada zona, y los efectos de sonido cumplen sin destacar.
La interfaz no está nada mal, pero no hay accesos rápidos para revisar misiones, y la ausencia de un mapa más claro o un sistema de registro más sencillo hace que orientarse en zonas más abiertas sea confuso. Son problemas de calidad de vida que afectan a la experiencia, además de que hay algunos bugs (y cosas “tontas”, como que no me va la captura desde Steam de imágenes). Hay que entender que se ha desarrollado por una sóla persona, pero con tantos retrasos, esperaba más.
Conclusiones
Creature Keeper me deja con una sensación agridulce. Tenía todo para enamorarme, pero el resultado es mejorable. Su encanto es innegable, y es evidente el cariño que hay detrás del desarrollo, pero hay mecánicas simples y elementos que no funcionan del todo. No es un mal juego, pero tampoco uno que recomendaría sin pestañear: tiene buenas ideas que se quedan a medias para brillar de verdad.
Por último, dar las gracias a Sandbox Strategies por cedernos una copia de Creature Keeper.