Análisis de Easy Delivery Co.

Hay ocasiones en las que cuesta hablar de ciertos videojuegos por lo extraños que son. Con Easy Delivery Co. me pasa, no tanto porque me vaya a costar contarte de qué va, sino porque es complicado transmitir el sentimiento tan raro que provoca. Es un juego de conducción de entrega de paquetes, pero a la vez es un título tétrico y bastante único. Te cuento si mola en este análisis.

Simulador de repartidor

Los gráficos estilo PlayStation 1 de Easy Delivery Co. me volaron la cabeza desde el primer segundo, pero me quedé contrariado cuando vi que mi personaje parecía una versión de terror de los animales de Animal Crossing. Y torcí más el gesto todavía cuando observé, con cierto estupor, que los NPCs hablan de forma muy parecida a los del juego de Nintendo, pero irradian tristeza y pesar.

Pero es que así es este videojuego desarrollado por Sam C. La premisa es sencilla: eres un repartidor de paquetes y tu trabajo es cumplir los envíos para ganarte la vida. Tienes que ir de un lado para otro en tu furgoneta, conduciendo por carreteras nevadas y lugares en los que no me metería si fuera la vida real. Pero esa inofensiva labor esconde mucho más.

El pueblo de montaña en el que transcurre la aventura está sumido en el frío invierno y sus habitantes parecen estar sumidos en una depresión constante. Algo pasa, está claro. O no. Quién sabe… Tendrás que jugar para verlo, porque no es cuestión de fastidiar esa parte de la experiencia. El estudio se empeña en decir que no esconde secretos… ¿Le crees o no?

Más allá de eso y de la estética creepy, el videojuego va de lo que va, de entregar paquetes. Haces los envíos, ganas pasta, mejoras algunas cosas, ayudas a los habitantes de los diferentes pueblos, echas gasolina y vuelves a empezar. En ese sentido no tiene mucho secreto. De hecho, es una experiencia relajante, perfecta para conducir sin pretensiones y echar el rato.

La conducción es, evidentemente, arcade, pero es bastante divertida. Las físicas del asfalto y la nieve tienen influencia en el manejo, hay consumo de gasolina, puedes encender las luces y hay cámara interior y exterior. Las carreteras son variadas y hay rutas que disfrutarás bastante, aunque no siempre es fácil orientarse. Aquí debes seguir los carteles y el mapa para llegar al lugar correcto.

Una interfaz retro algo mejorable

De todas formas, esperaba más del juego. La interfaz quiere ser retro y simula a un PC antiguo, pero acaba siendo algo caótica por momentos. La información no está clara siempre, especialmente el tema de la gasolina. Al final te acostumbras, pero debes poner de tu parte entenderla. Por cierto, Easy Delivery Co. sólo está en inglés. No es muy complejo, pero tenlo en cuenta.

Y los repartos son divertidos, sí, pero se hacen repetitivos bastante rápido para mi gusto. Es un juego sencillo, sin grandes pretensiones, que hace bien lo principal, pero que no aporta mucho más. Si con eso te puede valer para echar un rato entretenido y relajante, genial, pero no esperes más de lo que ves. A mí se me ha hecho un poco bola con el paso de las horas, aunque me lo he pasado bien.

He jugado en PC y el rendimiento ha sido muy bueno (tengo una Gigabyte RTX 4080 Gaming OC 16GB GDDR6X y un Intel Core i7-14700K). Como te he comentado, el estilo de PS1 es una delicia visual y me ha parecido fantástico gráficamente. El sonido también está cuidado y es una parte fundamental de la experiencia. Además, hay radio en la furgoneta con temas pegadizos.

Conclusiones

Easy Delivery Co. es una de esas rarezas que cuesta explicar, pero que se disfrutan por lo únicas que son. Repartir paquetes en un entorno misterioso y decadente combina muy bien con el estilo visual de PS1, pero su ritmo pausado y la falta de variedad en los encargos pueden hacer que se vuelva monótono con el tiempo. Es relajante, peculiar e ideal para quienes buscan una experiencia distinta.

Por último, dar las gracias a Oro Interactive por cedernos una copia de Easy Delivery Co.