Análisis de la NZXT N9 X870E

Una placa base pensada para exprimir al máximo la nueva generación de AMD Ryzen

Francisco Torres
11 minutos de lectura
NZXT N9 X870E
9 RECOMENDADO y DIAMANTE
NZXT N9 X870E
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NZXT vuelve a la carga con su nueva generación de placas base, en este caso os hablaré de la nueva NZXT N9 X870E, que llega con el chipset más avanzado de AMD y con soporte completo para la serie Ryzen 9000 de AMD. Un nuevo componente que cuenta con un diseño que llama la atención, pero que está equipada con la última tecnología del mercado. Por ello, acompáñanos en nuestro análisis, donde te detallaré todas sus características más importantes.

La nueva NZXT N9 X870E está preparada para el nuevo socket AM5 de AMD y es compatible con las gamas Ryzen 7000, 8000 y 9000. Una compatibilidad que permite utilizar este componente en futuros procesadores, ya que el ecosistema AM5 aún le queda mucho recorrido. Para garantizar todo su funcionamiento, hace uso del chipset X870E, lo que implica acceso a las últimas tecnologías de conectividad y almacenamiento.

También hace uso de una estructura eléctrica muy por encima de la media. En concreto, tiene una configuración de alimentación de 20+2+1 fases, garantizando una entrega estable incluso en escenarios exigentes o con overclocking. La placa en sí está construida sobre un PCB de 8 capas con cobre de 2 oz, mejorando la eficiencia y reduciendo la resistencia eléctrica.

NZXT N9 X870E

En cuanto a memoria, soporta hasta 192 GB de RAM DDR5 con perfiles EXPO y XMP, y frecuencias por encima de los 8000 MT/s, según el QVL del fabricante. No hay compatibilidad con DDR4, como ya es habitual en AM5, pero la apuesta por DDR5 está bien fundamentada por el rendimiento que se puede alcanzar. La disposición de los slots es la estándar de cuatro DIMMs en doble canal.

En términos de expansión, la NZXT N9 X870E dispone de una ranura PCIe 5.0 x16 para la GPU, además de otra ranura PCIe 3.0 x16 (funcionando en x2), que puede usarse para capturadoras u otras tarjetas de un propósito específico. A nivel de almacenamiento, no se queda corta: incluye cuatro ranuras M.2, una de ellas PCIe 5.0 y el resto 4.0, todas ellas con sus respectivos disipadores. A esto se le suman cuatro puertos SATA, para cubrir bien las configuraciones mixtas de almacenamiento.

Uno de los puntos más fuertes de la NZXT N9 X870E es su conectividad. En red, cuenta con un puerto Ethernet de 5GbE y Wi-Fi 7, lo último en conexiones inalámbricas. También incluye Bluetooth 5.4, lo que facilita el uso de periféricos modernos sin depender de dongles adicionales, con una estabilidad perfecta.

En cuanto a puertos, la parte trasera viene bien equipada: dos puertos USB 4, cinco USB 3.2 Gen 2, tres USB 3.2 Gen 1 y dos USB 2.0. También integra una salida óptica S/PDIF, conectores de antena Wi-Fi, botón de clear CMOS y los jacks de audio habituales. En el interior hay encabezados para todo lo necesario, incluyendo conectores dedicados a RGB, ventiladores PWM, USB-C frontal y depuración mediante LEDs.

NZXT N9 X870E

Como es habitual, os hablaré del contenido del embalaje y de que nos vamos a encontrar en su interior. El embalaje sigue la línea habitual de los productos de NZXT, donde combina tonos morados con blanco. En el frontal de la caja podemos encontrar una primera visión aérea de la placa base, junto a información del propio producto. Ambos laterales están destinados para ofrecer información técnica. Por último, la parte trasera está destinada para sus características más importantes.

En el interior de la caja encontramos la NZXT N9 X870E, cuatro cables SATA (2 x 90°, 2 x 180°), las dos antenas para la conexión Wi-Fi y dos splitter de 8-pin de NZXT. Además de la documentación oficial del producto.

Lo primero que llama la atención del diseño de la NZXT N9 X870E es su estética, ya que apuesta por un diseño completamente blanco con acabados metálicos y un disipador frontal que cubre casi toda la superficie. Una decisión que logra tener un aspecto limpio y uniforme, donde todo está cubierto para mejorar el aspecto visual y al mismo tiempo ofrece una mejora en el flujo de aire y facilitando la limpieza.

La estructura también está muy bien pensada, los disipadores son grandes, con aletas finas que ayudan a disipar el calor sin depender 100% de ventiladores. El diseño modular del blindaje también permite retirar secciones sin herramientas, lo que simplifica bastante el acceso a las ranuras M.2 o la limpieza de polvo.

Toda la placa base está montada sobre PCB de 8 capas, algo que no se ve tanto en placas base, y usa cobre más grueso de lo normal para evitar pérdidas eléctricas. Esto se traduce en mayor estabilidad, especialmente útil si vas a hacer overclock o montar un sistema de gama alta con varias unidades NVMe y una tarjeta gráfica potente.

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La UEFI/BIOS de la NZXT N9 X870E es bastante clara y directa, utilizado una combinación tonos negros, blancos y morados. Toda su BIOS incluye lo necesario para configurar el sistema a gusto sin que te pierdas entre menús innecesarios. La interfaz es visualmente perfecta, con buena legibilidad y menús bien organizados.

Desde el arranque accederás al modo avanzado, que da acceso a todos los parámetros: voltajes, frecuencias, límites térmicos y opciones de overclocking manual. También incluye un monitor de temperaturas y voltajes en tiempo real, útil para quienes ajustan manualmente sus componentes.

Un detalle importante: para usar procesadores de la serie Ryzen 9000, es imprescindible actualizar a la versión de BIOS 3.20 o superior. Puedes descargarla desde aquí junto sus drivers.

La NZXT N9 X870E dispone de un software muy configurable y es gracias al NZXT CAM, en el que podrás personalizar el comportamiento de la iluminación del led y la RAM, además de la velocidad de los ventiladores conectados a la placa base. Pasamos a detallaros por lo alto las posibles configuraciones dentro del propio software.

En la sección de iluminación tendremos acceso a poder personalizar la tira led integrada en la placa base, la cual se puede configurar de un único color o con efectos, además cuentas con la posibilidad de ajustar las 17 secciones el color deseado.

También incluye integración con la memoria RAM para su personalización. Eso sí, depende del modelo concreto, ya que en nuestro caso con las T-Force XTREEM ARGB DDR5 White no hemos podido personalizarlas porque aún no son compatibles, debido al reciente lanzamiento tanto de los módulos RAM como de la placa base.

Por último, dentro del NZXT CAM se podrá configurar la velocidad de los ventiladores conectados a la placa base. Lo más importante y destacado es la posibilidad de ajustar la potencia de los ventiladores en función de los grados del procesador o tarjeta gráfica. Así mismo, incluye tres configuraciones preestablecidas por si no quieres tener una personalización propia.

Una de las primeras impresiones que he notado con la nueva placa base de NZXT es la sensación de solidez, tanto por los materiales como por la distribución de sus componentes electrónicos para ofrecer el mayor rendimiento posible. Además, está preparada para lo último en hardware (socket AM5), volviéndose una opción lógica para quienes quieren montar un equipo duradero. A esto se le suma una conectividad a la altura de las exigencias actuales, con opciones como Wi-Fi 7, USB 4 y 5GbE, que eliminan cualquier cuello de botella de conexión.

También hay que destacar su enfoque técnico, porque cuenta con una entrega de potencia estable, ideal para quienes buscan hacer overclock sin comprometer estabilidad. El sistema de almacenamiento no se queda atrás, dispone de cuatro ranuras M.2 bien refrigeradas, para que no te quedes nunca sin almacenamiento. Todo envuelto en un diseño que está cuidado hasta el más mínimo detalle, con una estética limpia y una disposición de los conectores perfecta para facilitar el montaje de otros componentes.

La parte que menos me ha gustado ha sido que no incluye puertos HDMI y DisplayPort en el panel trasero, limitando exclusivamente a utilizar los puertos USB4 (TypeC) para poder utilizar la tarjeta gráfica integrada del procesador.

En conclusión, la NZXT N9 X870E está recomendada y recibe la medalla de diamante por ser una placa base que cumple con lo que promete. Su diseño, potencia y conectividad la colocan como un componente perfecto para quienes buscan montar un equipo potente y visualmente limpio. Ideal para PCs de alto rendimiento con procesadores Ryzen de nueva generación.

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Por último, dar las gracias a NZXT España por cedernos una unidad de NZXT N9 X870E.

NZXT N9 X870E
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