[Análisis – Review] Sekiro: Shadows Die Twice

Por Sergio R. Olanda Análisis Juegos 13 minutos de lectura

Sekiro: Shadows Die Twice es la nueva obra de Hidetaki Miyazaki y su equipo, From Software, creadores de una de las sagas de videojuegos más influyentes de los últimos años: Dark Souls. ‘Sekiro’ presenta ideas y mecánicas continuistas, pero también apuesta por incluir novedades de peso tanto en el plano jugable como en la forma de explicar la historia.

¿QUÉ ES SEKIRO: SHADOWS DIE TWICE?

Miyazaki es muy exigente con sus jugadores, pero sabe recompensar cada paso, por pequeño que sea, que estos den al avanzar por sus historias. Con ‘Bloodborne’, su última creación y exclusivo de PS4, demostró de forma magistral que podía darle una vuelta de tuerca más a todo los que nos ofrecía con los Souls, que poco a poco fueron evolucionando con cada entrega publicada. Ahora, con ‘Sekiro’ demuestra que tiene una capacidad de evolución y adaptación digna de admirar, en la que los jugadores más experimentados y acomodados en la fórmula Souls han vuelto a disfrutar y morir como el primer día.

Sekiro Shadows Die Twice es un juego de acción y aventuras con toques de rol. La premisa nos lleva al final del Período Sengoku, una de las épocas más convulsas de la historia de Japón, donde explotaron varias guerras civiles. El clan Ashina (ficticio), de la mano de su mejor guerrero, Isshin, se hace con el poder de las tierras en las que se desarrolla la trama tras acabar con el general Tomura. Veinte años después comenzará nuestra aventura encarnando a Sekiro, un shinobi encargado de proteger a a Kuro, el Divino Heredero, que sigue el Código de Hierro de su padre. Nuestra aventura nos llevará a visitar templos, bosques, pantanos, cuevas y otras localizaciones en un mundo abierto, donde el camino a seguir no siempre es el más obvio, siguiendo la estructura de niveles vista en los Souls pero con más hogueras (ídolos) en las que descansar y rellenar la calabaza curativa, el objeto con el que rellenaremos nuestra vida. El viaje rápido entre estas esculturas estará disponible desde el principio.

Sekiro Shadows Die Twice

HABILIDADES SHINOBI

No es casualidad que tomemos el control del personaje desarmado en una zona oscura de la que únicamente podemos salir saltando y trepando por la pared. Las dos primeras grandes características del juego se nos presentan de frente, a bocajarro: la verticalidad y el sigilo. El Lobo, gracias a sus habilidades como shinobi y a su brazo protésico, podrá escalar, saltar y balancearse entre los distintos niveles con casi total libertad. El arpeo (usar el brazo como gancho) nos permitirá movernos con rapidez y llegar zonas que parecían inalcanzables. Los niveles presentarán diferentes planos y podremos subir a casi cualquier zona elevada como tejados o salientes. El nuevo brazo será muy útil también en combate, ya que puede ser clave en los enfrentamientos más difíciles si utilizamos la herramienta correcta (estrellas ninja, petardos, otra espada y más).

La introducción del sigilo como uno de los pilares de la jugabilidad abre un abanico de posibilidades nunca antes vista en los trabajos previos de From Software. Como buenos shinobis, podemos avanzar por las zonas concurridas aprovechando las estructuras y la hierba alta sin ser detectados. Además, será un elemento clave para elegir como plantear los combates e incluso sacar ventaja en los enfrentamientos contra los mini-bosses.

Sekiro Shadows Die Twice

PELEAR, VIVIR Y MORIR

Así, una vez conseguimos una katana con la que defendernos, llegamos al umbral que hará que odiemos o nos enamoremos del juego: la vida y la muerte. ‘Sekiro’ abandona la barra de resistencia y da un paso más allá en el manejo del ‘parry’ o desvío, haciendo los combates muy dinámicos. El choque de las armas blancas será constante y dentro de esta danza mortal aparece la importancia de la postura. Si nos defendemos en el momento justo desviaremos el ataque del enemigo afectando mucho a su postura (una barra que aparece en combate y va creciendo o disminuyendo según los ataques y la defensa) y llegará un punto en el que quedará expuesto y así, acabaremos con su vida… O acabarán ellos con la nuestra, ya que nosotros también tenemos una barra con el mismo funcionamiento. Para romper la rutina de ‘ahora ataco, ahora me defiendo’, los enemigos lanzarán embestidas que no se podrán bloquear de vez en cuando, pero sí esquivar o saltar.

La barra de vida sigue presente, pero de una forma en la que afecta directamente a la postura. Bajar la vida del enemigo será clave para romper su postura ya que la recuperará de una forma significativamente más lenta. Por esto, ya no será necesario tener que reducir a cero la vida para acabar con ellos. Los más débiles morderán el polvo con un golpe mortal, otros necesitarán dos o más. El Lobo, gracias a Kuro, volverá a la vida una vez (más si avanzamos en la trama) si cae en combate.

Meses atrás, cuando se confirmó que en ‘Sekiro’ podríamos resucitar, algunas voces se alzaron en contra de la ‘casualización’ de la obra de Miyazaki, ya que íbamos a morir menos y por lo tanto iba a ser un reto mucho más fácil. Feliz ignorancia. Vamos a morir muchas veces, incluso resucitando. Resucitar no facilita el combate, si no que nos hace plantearnos si merece la pena seguir con la estrategia inicial o comenzar de nuevo la trifulca con una nueva. En definitiva, nos estrella contra la realidad de nuestra habilidad, resaltando nuestras virtudes y nuestros defectos. Además, tiene un impacto directo a nuestro alrededor ya que si morimos muchas veces surgirá la dracogripe. Los personajes con los que hemos entablado algún vínculo, por pequeño o grande que sea, caerán enfermos uno detrás de otro. Cuando un NPC contrae la dracogripe de encontrará débil, toserá y perderemos muchos diálogos y no podremos avanzar en sus misiones secundarias.

Sekiro Shadows Die Twice

MENOS ROL Y NADA ONLINE

Los elementos de rol han disminuido respecto a los ‘Soulsborne’. El Lobo es un personaje único, sin posibilidad de personalización (mismos stats base y físico para todos). Aumentará sus puntos de vitalidad y poder gracias a unos objetos que encontramos al derrotar a ciertos enemigos y al encontrarlos por los lagos, bosques y templos que visitemos. Acabar con los enemigos más poderosos también hará que desbloqueemos nuevas técnicas y ramas de habilidades para usar en combate (y algunas pasivas, como conseguir más dinero). Con la experiencia acumulada tras nuestras batallas conseguimos puntos de habilidad para invertirlos en las distintas ramas que deseemos perfeccionar.

En nuestra aventura estaremos solos, más solos que nunca. No disponemos de ninguna ayuda online ni offline (excepto en uno de los primeros jefes del juego). Si un enemigo se nos atraganta tendremos que vencerlo con nuestra habilidad, sin online no hay invocaciones (ni invasiones). Nada. Esto afecta directamente a la rejugabilidad, ya que no hay diferentes builds que probar y la segunda partida se parecerá mucho a la primera hasta el tramo final, donde investigaremos otros finales (hay cuatro disponibles).

Sekiro Shadows Die Twice

APARTADO AUDIOVISUAL

A diferencia de Bloodborne o los Souls, ‘Sekiro’ cuenta con más cinemáticas y líneas de diálogo (que podremos disfrutar en español) para narrar la historia y las interacciones que tengamos con los otros personajes. Esto no significa que se haya perdido la esencia de las anteriores obras de From Software, el juego exige prestar atención a todos los detalles, palabras y descripciones de los objetos que encontremos para hacernos una idea del mundo que gira a nuestro alrededor.

Como viene siendo habitual, el juego entra por los ojos gracias a su diseño artístico más que por su potencia gráfica. En este aspecto, no es un juego puntero a nivel gráfico como otros títulos coetáneos, pero está creado desde el mimo y el detalle de sus paisajes y tener el Japón feudal como marco solo hace que embellecerlo. El juego llega a España subtitulado y completamente doblado al idioma de Cervantes.

En cuanto a rendimiento, en PCMGAMES hemos jugado a la versión de PC, y solo ponemos un pero en las sombras, que aun estando al máximo a veces se emborronan de una forma ‘fea’. El juego alcanza los 60 FPS de forma constante en configuraciones medias.

Sekiro Shadows Die Twice

CONCLUSIÓN

Sekiro: Shadows Die Twice nos ha encantado. Es un juego exigente, difícil, con nuevas mecánicas que suponen un aire fresco respecto a los anteriores trabajos de Miyazaki y su equipo. El sigilo, sin ser perfecto (la IA enemiga no reconoce los cuerpos de sus compañeros caídos y pasarán por encima de los cadáveres como si no pasara nada) y la verticalidad de la estructura del mundo en el que nos movemos crean nuevas formas de encarar los enfrentamientos y la ruta a seguir para esquivar a los enemigos más débiles y numerosos.

Los combates, el aspecto protagonista del juego, son divertidísimos, de apariencia sencilla, pero difíciles de dominar. Alcanzar la maestría con la katana nos llevará a morir muchas veces, pero con cada enemigo derrotado y cada boss ejecutado, aprenderemos un poco más y alcanzaremos la satisfacción de blandir esta arma. Tendremos que volcar todo lo aprendido para superar el reto. Curiosamente, a los seguidores de los Souls se les puede hacer más difícil de completar el juego por las manías y vicios de antaño, mientras que un jugador nuevo puede moldearse mejor al nuevo sistema de combate.

Sin embargo, la pérdida de los elementos de rol (no se puede elegir otra arma principal, no hay armaduras ni ropaje diferente) ha afectado de lleno en la rejugabilidad del título ya que no es posible probar un estilo diferente en la segunda vuelta, ‘simplemente’ será más difícil, pero jugaremos de la misma forma. Nos hubiera gustado que From Software apostara por un nuevo modelo online o adaptara lo visto anteriormente y no se limitara a eliminarlo por completo porque no era necesario para contar la travesía del Lobo de un solo brazo.

En conclusión, Sekiro: Shadows Die Twice está recomendado para todos los amantes de las creaciones de From Software o los que quieran un auténtico reto.

Por último, dar las gracias a Activision España por cedernos una copia de Sekiro: Shadows Die Twice.

Sekiro Shadows Die Twice
Sekiro: Shadows Die Twice
Muere, revive, muere
En Sekiro: Shadows Die Twice encarnas al "lobo manco", un guerrero desfigurado y caído en desgracia rescatado al borde de la muerte. Tras jurar proteger a un joven señor descendiente de un antiguo linaje, te conviertes en el objetivo de despiadados enemigos, como el clan Ashina. Cuando el joven señor es capturado, nada te detendrá en tu aventura por restituir tu honor, ni siquiera la muerte.
Positivos
Dominar el nuevo estilo de combate es una gozada
Verticalidad en la estructura de los niveles
Poder disfrutarlo en completo español
Mejoras en la narrativa
Varios finales
Negativos
Pérdida total del componente online
Menos elementos roleros
Argumento algo flojo
La IA enemiga debe mejorar en el sigilo
9
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