No More Rainbows – Análisis

Por José Miguel Rodríguez Ros Análisis Juegos Realidad Virtual 14 minutos de lectura

Uno de los videojuegos más esperados de 2023 de realidad virtual ya está aquí. No More Rainbows se ha lanzado por fin en PC VR y Meta Quest 2 (versión que he jugado) y puedo garantizarte que estamos ante un juego fantástico, que probablemente inspirará a otros creadores a ser valientes en el mundo de la VR. Salta conmigo y te cuento qué me ha parecido No More Rainbows en este análisis.

¡Un plataformas en primera persona en VR!

Creo que cualquiera que siga la actualidad de los videojuegos de realidad virtual habrá visto alguna vez algún gameplay o vídeo de No More Rainbows. Squido Studio y Robot Teddy, desarrolladores del juego, se tomaron muy en serio la creación del título e implicaron a la comunidad desde los inicios. De hecho, a principios de 2022 se lanzó una beta con el objetivo de recibir feedback y pulir la experiencia.

Sinceramente, no quise probar No More Rainbows antes de su lanzamiento oficial porque olía que podía ser realmente especial. Cuando llevas muchos años jugando y escribiendo sobre videojuegos, lo cierto es que es muy difícil que algo te sorprenda. Pero, cuando pasa, la sensación es maravillosa, y la he tenido (y estoy teniendo) con esta obra: es un juego cuidado, divertido y muy completo.

Si no lo conoces, No More Rainbows es un plataformas 3D en primera persona y en realidad virtual. Un cóctel que, a priori, levanta todas las alarmas de cualquier jugador: “eso debe marear una barbaridad” me dijo mi novia cuando le expliqué de qué iba y le enseñé unas imágenes. Y sí, yo pensé lo mismo la primera vez, sin ni siquiera plantearme si molaría o no. Pero sí mola. ¡Mucho!

Y sí, es un juego exigente en cuanto a comodidad porque hay mucho movimiento dentro del videojuego: hay que correr, dar saltos enormes y escalar, pero hace una cosa muy bien que suaviza este estrés que pueden sufrir algunos jugadores. En el título hay diversas actividades muy bien diferenciadas, pero a la vez integradas entre sí, que te permiten adaptar mucho la experiencia.

¿Quieres disfrutar del plataformeo de la forma “más relajada” posible? No hay problema, para superar la historia no hace falta que vayas rápido y puedes pasarte los niveles tranquilamente, tomándote tu tiempo. En cambio, ¿buscas una experiencia muy hardcore y llevar tu equilibrio al límite? Adelante, puedes hacerlo; tanto, que igual hasta te arrepientes de haber apostado por la locura, porque hay fases muy complicadas.

Así que quería empezar el análisis con esto: sí, es un videojuego que algunos jugadores pueden sufrir, pero si estás acostumbrado a la VR, tienes que jugarlo. Yo no he tenido problemas, más allá de que he descansado siempre tras una hora jugando, porque aunque no he sufrido cinetosis, sí he sentido que mi cerebro me pedía calma pasado un rato y mi máxima en realidad virtual siempre es la misma: no te fuerces.

Marea menos de lo que uno pueda pensar y, al final, a los saltos se te acostumbra el cerebro y el cuerpo. Fíjate que lo que más me chirrió al principio es el tamaño del personaje principal: al estar apoyado sobre las patas traseras y utilizar las delanteras para saltar (ahora te explico cómo va), te sientes muy bajito. Me he tenido que acostumbrar, aunque al menos no es incómodo, algo que sí me pasó en Hello Neighbor VR al controlar a los niños y tener su altura en el juego.

En contra de lo cuqui

Puede que te estés preguntando si No More Rainbows se parece a GorillaTag. Bueno, creo que son juegos diferentes en su planteamiento, aunque comparta conceptos. De hecho, la obra de Another Axiom nunca me ha llegado a enamorar, pero NMR me ha encantado. El videojuego que nos ocupa está inspirado en los clásicos del género de los 90, aunque no se olvida de detalles que han hecho grandes a títulos actuales.

Pero, ¿de qué va el videojuego? No More Rainbows se enfrenta al mundo de lo cuqui y de la felicidad absoluta, y quiere que seas malvado. El inframundo ha sido conquistado por unos simpáticos seres que apuestan por la alegría. Eso es algo totalmente contrario a los deseos del protagonista, una bestia que quiere acabar con tanta felicidad y tanto color para recuperar la crueldad del infierno.

Para mí, y esto probablemente sea sobrepensar, es una crítica encubierta al exceso de diversión que se muestra en las redes sociales, pero esto no quita que dé pena matar vilmente a los pequeños portadores de la alegría. Estas criaturas redonditas y adorables pueblan el mundo y tenemos que acabar con todos ellos: es uno de los principales objetivos, ya que para avanzar hay que matarles y subir el contador de muertes. Así podremos desbloquear nuevos niveles y otros secretos.

El juego está dividido en 4 mundos, con sus respectivos niveles principales y secretos. En estos niveles, el objetivo es acabar con los portadores de la alegría y llegar al final de la fase. La realidad es que podemos hacerlo en el tiempo que queramos, sin presión; tampoco hay vidas. Completar todo lo principal puede llevarte unas 5 horas según el estudio, pero depende de lo que te entretengas, a mí me ha llevado más. Pero, ¿cuál es el reto? Como decía, No More Rainbows está pensado para dos tipos de jugadores o para rejugarlo.

Una primera pasada a un nivel te sirve, además de para superarlo y aniquilar más seres alegres, para poder estudiarlo. El título apuesta por el speedrun (a lo Mail Mole) y el siguiente objetivo, si quieres picarte con la comunidad (todos los niveles tienen ranking), es completarlo en el menor tiempo posible. ¿Cómo? Pues saltando y corriendo sin parar, como si te fuera la vida en ello… Y esto nos lleva a lo siguiente. La jugabilidad.

No More Rainbows

Yo digo saaaalta, salta conmigo…

Jugar a No More Rainbows es sencillísimo. La bestia se mueve utilizando sus extremidades delanteras, es decir, nuestros brazos. Cada mando es un brazo y para saltar tenemos que mover el controlador hacia abajo de forma rápida. Eso hará que el monstruo se impulse. Si movemos los dos brazos, realizará un salto más alto y largo. En definitiva, hay varias combinaciones para brincar de un lado a otro y dominar esta mecánica es clave, como es lógico. Por cierto, es la única forma de moverse. No anda.

De hecho, al principio, uno empieza a moverse tímidamente y a dar saltos únicos, pero si quieres ir rápido o alcanzar alturas imposibles, te tocará combinar los saltos. Por ejemplo, puedes dar un salto enorme hacia un saliente y, en vez de quedarte ahí parado, saltar inmediatamente cuando vayas a tocarlo para llegar a otra zona. Vamos, un plataformas con todas las de la ley. No se guarda nada.

Y eso es lo mejor. Muchos videojuegos de VR tienen miedo de ser agresivos con el jugador, y lo entiendo. Es necesario que existan experiencias relajadas, pero cuando llevas tiempo jugando en realidad virtual y tu cuerpo aguanta, quieres títulos más serios y completos, que se sientan un videojuego de verdad. No More Rainbows piensa en todo tipo de persona, pero no tiene reparo en ser intenso. No funcionaría si lo hiciera.

Además de los saltos, la bestia también puede atacar, destruir el escenario y agarrar algunos objetos con las garras para sembrar el terror o superar algunos minijuegos. Por cierto, si destrozas todo y aniquilas a los amiguitos de forma rápida y fluida, puedes cargar la energía de la bestia, lo que hará que aún vaya más rápido. Son trucos y mecánicas dirigidas especialmente al apartado de speedrunning.

Los mundos de los que hablaba antes son, en sí mismos, grandes niveles abiertos en los que acabarás con más criaturitas adorables, explorarás, jugarás a minijuegos variados (por ejemplo, baloncesto), realizarás retos de velocidad y habilidad que tienen una dificultad endiablada (o yo soy muy malo, que puede ser, porque el juego me parece muy chungo de dominar cuando quieres hacer algo complejo) y descubrirás los siguientes niveles, así como los secretos. No te vas a aburrir nunca.

En cuanto a los niveles en sí, hay una buena variedad de propuestas, con algunos más simples y otros más complejos. Hay saltos imposibles, agujeros que no verás de primeras si no estás atento, momentos de escalada, pinchos, viento que puede jugar a tu favor o todo lo contrario… Y muchas otras sorpresas. Además, por supuesto, cada mundo tiene su propio diseño y este atípico viaje nos llevará por paisajes de todo tipo.

Aún así, los mejores niveles, como suele pasar en estos juegos, son las peleas contra jefes. Son fases diferentes, en las que hay que esquivar ataques y tener una habilidad mayor para superarlos. Aún así, insisto en lo mismo: si quieres disfrutar sin mucha complicación, no hay problema. No hay prisa, no pasa nada si mueres y el título no te exige. Si quieres algo desafiante, tienes dos opciones en cada nivel: por un lado, intentas completar el nivel rompiendo unos objetos especiales puestos en lugares difíciles de alcanzar; por otro lado, el ya mencionado speedrun.

Además de todo esto, nos quedaría la parte multijugador. Sí, como lo lees. En equipos de 3 contra 3, hay juegos especiales que puedes disfrutar con más gente de forma competitiva. Son batallas en las que hay que ir completando ciertos objetivos. Por ejemplo, en uno de estos minijuegos los dos equipos tienen que competir por tocar el mayor número de veces una gallina que se mueve por el mapa, pero un mal paso te hará morir y reiniciar, por lo que los rivales tendrán más opciones de ganarte. Mola, y puedes personalizar a tu bestia con cosméticos que puedes obtener.

No More Rainbows

Rendimiento y gráficos en Meta Quest 2

El videojuego se ha lanzado en PC VR y Meta Quest 2, y he podido disfrutar de esta última versión. El rendimiento ha sido fantástico en todo momento, sin bugs ni errores de ningún tipo, está muy pulido. Los gráficos son coloridos y con estilo cartoon, y el título presenta un estilo artístico muy adecuado. He disfrutado mucho dando saltos por sus escenarios y el nivel de detalle de los mismos es realmente bueno.

La interfaz de usuario es clara y es fácil navegar por los menús, aunque el juego solo está en inglés y francés. No es un problema porque no hay diálogos y los pocos textos que hay, que son del menú, son muy sencillos de entender. En cuanto a las opciones de comodidad, son diversas y adecuadas, pero este videojuego es intenso y cambiar su jugabilidad es imposible, claro.

Conclusiones

No More Rainbows confirma las buenas sensaciones de las pruebas anteriores y es un plataformas fantástico, un gran videojuego de realidad virtual. Su sencilla pero efectiva jugabilidad, su planteamiento para jugadores de todo tipo, su cuidado diseño de niveles y su multijugador hacen de él un juego muy recomendable. De lo mejor de VR sin ninguna duda.

Por último, dar las gracias a Future Friends Games por cedernos una copia de No More Rainbows.

No More Rainbows
No More Rainbows
Imprescindible
No More Rainbows confirma las buenas sensaciones de las pruebas anteriores y es un plataformas fantástico, un gran videojuego de realidad virtual. Su sencilla pero efectiva jugabilidad, su planteamiento para jugadores de todo tipo, su cuidado diseño de niveles y su multijugador hacen de él un juego muy recomendable. De lo mejor de VR sin ninguna duda.
🟩 ¡Que me ha gustado! 👍
Fácil de jugar, difícil de dominar
Da igual si quieres una experiencia tranquila o un reto, NMR te da todo
Buen diseño de niveles
Multijugador divertido
🟥 ¡Que no me ha gustado! 👎
Puedes superar el juego rápido
Algún mundo más sería genial
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Periodista especializado en videojuegos y especialista en marketing digital. Los videojuegos me enamoraron siendo un niño, he trabajado con ellos a tiempo completo y ahora sigo en varios medios colaborando todo lo que puedo. Juego a todo en cualquier parte, sin importar la plataforma.
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