PlayStation VR2 necesita videojuegos potentes y exclusivos que aprovechen sus capacidades para billar, más allá de lo que pueda hacer la propia PlayStation (que ya veremos qué es). Por eso, la salida de Synapse es todo un acontecimiento: el primer juego top third-party exclusivo de PS VR2 está aquí y lo esperaba con muchas ganas. ¿Merece la pena este roguelike? Te lo cuento en este análisis de Synapse.
El poder de la mente
nDreams es una de esas compañías que han apostado fuerte por la realidad virtual y el estudio cree en este medio. Actúa como editora y desarrolladora, y este es precisamente su rol en Synapse. Con el equipo que triunfó lanzando al mercado Fracked, Phantom: Covert Ops o Far Cry VR: Dive into Insanity, el próximo 4 de julio se lanzará en PlayStation 5 y PlayStation VR2 su nuevo juego.
Synapse es un roguelike de disparos en primera persona, aunque el poder más importante no está en las armas que podemos utilizar. El protagonista es capaz de utilizar telequinesis para mover objetos y sembrar el caos, y os aseguro que esta mecánica es de lo más divertido que he probado en VR. De hecho, reconozco que me ha sorprendido mucho más de lo que esperaba, porque creía que daría para menos.
Pero antes de entrar en los detalles jugables, algo de contexto. La historia de Synapse te recordará de forma irremediable a la película de anime “Paprika” o al largometraje “Origen”, de Christopher Nolan, aunque el relato es distinto. ¿Por qué? Porque jugarás como un agente especial que tiene la capacidad de entrar en la mente del coronel Peter Conrad, un peligroso terrorista que está planeando un ataque contra el estado.
Una vez dentro de la mente del coronel tu objetivo es desenmascarar todos sus secretos y descubrir qué esconde, pero no será fácil. El subconsciente de Conrad se defenderá para que no llegues hasta el final y aparecerán enemigos armados que intentarán matarte. De hecho, lo lograrán, pero tendrás que mejorar tus habilidades después de cada intento para hacerte más fuerte.
Tu único contacto con el exterior es Clara Sorensen, tu jefa y controladora: trabajas por y para ella, y no cesará en su empeño hasta que logres la meta de destapar los planes del coronel. La historia, en líneas generales, se cuenta de forma testimonial y guarda todo el tiempo un halo de misterio enorme. No encontrarás una gran cantidad de líneas de guión. Synapse es muy sutil en su relato.
Es más, para descubrir lo que está pasando deberás superar el videojuego tres veces. Al principio, el videojuego estará en dificultad fácil, pero cuando alcances el subconsciente por primera vez solo habrás logrado avanzar un tercio de la trama. Desbloquearás la dificultad media y, tras pasarte el título así, llegarás a la dificultad alta, que te revelará todo lo que está pasando realmente.
A pesar de que no sea una historia extensa, a mí me ha gustado. Es intrigante, está contada de una forma interesante, tiene giros de guion y se apoya enormemente en una ambientación maravillosa. Conforme avanzas por la mente del coronel, escuchas su voz maldiciéndote, y también verás que sus soldados te gritan desesperadamente para que pares tu incursión como el “intruso” que eres.
La muerte no es el final
La estructura de Synapse a nivel de desarrollo es la típica de un roguelike, pero está muy bien construida. Para alcanzar el lugar más profundo de la mente tienes que superar 9 zonas del tirón. Cada una de ellas está plagada de enemigos, e incluso encontrarás jefes en medio de tu recorrido. Si consigues matar a todos los soldados y llegas al final, felicidades, habrás conquistado el subconsciente de Conrad.
Pero llegar ahí no es sencillo. Al principio, tus capacidades como agente son reducidas: puedes utilizar un arma (de primeras, una pistola o una metralleta pequeña, aunque hay otras) y tus poderes telequinéticos básicos. En los escenarios hay objetos desperdigados que podemos levantar y lanzar por los aires. El videojuego se aprovecha muy bien de las características de PS VR2 para esta mecánica.
Gracias al seguimiento ocular, el juego detecta a qué objeto estamos mirando y, usando el gatillo del mando izquierdo, podemos levantar el objeto y lanzarlo lejos para, por ejemplo, golpear a los rivales. El sistema funciona a la perfección y es una auténtica pasada, pero lo mejor es todo lo que mejora conforme avanza el título. Además de que puedes, por ejemplo, explotar barriles o granadas con la telequinesis, también consigues la habilidad de lanzar a los enemigos por los aires.
Ese poder no está disponible al principio, pero una vez que lo desbloqueas, comienzas a sentir la verdadera fuerza. Y, hablando de “fuerza”, nDreams ya declaró en algunas entrevistas que el uso de esta mecánica te hacía sentir como un Jedi. Y sí, puedo confirmarlo, porque si en vez de una pistola tuviera un sable láser en la otra mano pensaría que estoy jugando al nuevo videojuego de Star Wars en VR.
De hecho, Synapse te invita a que utilices todo tu poderío y armes el caos más absoluto, ya que el videojuego premia la velocidad con la que superas cada fase, que termina cada vez que matas a todos los enemigos presentes en el nivel. Te lo digo en serio: para que el título evalúe tu actuación con una A o una S debes ser MUY veloz. Esto podrás hacerlo cuando te acostumbres a la acción y cuando mejores tu poder.
Al principio no me habían convencido del todo estas ganas por acelerar tu partida, ya que estaba jugando como a otros títulos de disparos: con cautela, cubriéndome lo suficiente (puedes agarrarte a las coberturas, por cierto, como en Fracked) y llevando mucho cuidado con mi vida. Creo que es natural hacerlo así al principio, pero Synapse no quiere que hagas eso: quiere que actúes como un loco y seas creativo.
Y a la locura ayudan también las armas. Desbloquearás nuevas con el progreso, como una escopeta, pero lo mejor es que se sienten diferentes. El gunplay no es ninguna cosa del otro mundo, pero cada arma tiene su utilidad. Por ejemplo, la pistola es muy dañina, pero falla muchísimo a larga distancia. Al principio sólo puedes llevar una, pero al avanzar la cosa cambia y puedes llevar más. El caos se arma casi sin querer.
Porque, además, tienes que tener en cuenta que durante cada intento consigues mejoras temporales (trucos mentales) que te convierten en un arma de destrucción masiva: balas que rebotan, daño que se comparte entre enemigos cercanos, últimos disparos del cargador que se convierten en granadas… De nuevo, un apartado lleno de posibilidades. Estas mejoras se pierden al morir y se reinician en cada intento.
También encuentras en cada fase otros elementos que te hacen más fuerte durante cada intento. Por ejemplo, hay una estatua que te dará a elegir entre mejorar tus poderes telequinéticos para hacer más daño o mejorar el arma que llevas (o cambiarla por otra distinta). Y, por si esto fuera poco, hay unos lugares donde comprar algunas mejoras, también temporales. Para hacer la transacción tendrás que gastar “oposición”, que vienen a ser una especie de flores rojas que sueltan los enemigos al morir.
Pero no todo desaparece, ya que existen mejoras permanentes. Es clave aumentar las habilidades globales del agente y podrás hacerlo cuando mueras. Te tocará empezar el intento de incursión en la mente desde cero, pero serás más fuerte. Para conseguir los puntos de mejora tienes que cumplir diferentes retos en tus runs: desde objetivos sencillos, como matar a un número determinado de enemigos, hasta otros más complejos.
Una vez que cumplas esos desafíos, obtendrás puntos de mejora y podrás desbloquear nuevas habilidades permanentes en el extenso árbol de habilidades. Hay de todo: desde más poderes para la telequinesis, hasta incrementos en los puntos de vida, pasando por mejoras en las armas… Me ha sorprendido gratamente el gran trabajo que hay puesto en este apartado.
Sobre todo porque la sensación de progreso es constante. Cada intento que haces te permite, normalmente, desbloquear algo nuevo, por lo que la siguiente run será mejor. Esto es clave en un videojuego roguelike, porque al final estos títulos se basan en la repetición y si el jugador no siente que avanza, la frustración aparece. Esto, por suerte, no sucede aquí, aunque sí hay un gran pero.
Para mi gusto el videojuego solo tiene dos problemas evidentes: la variedad de enemigos es muy escasa y hay muy pocos escenarios distintos (con 2-3 intentos ya lo has visto casi todo). Es una pena que no se haya cuidado más este aspecto, teniendo en cuenta que es algo básico en juegos así y que todo lo demás en Synapse está a un nivel alto. El juego no es tan largo como para que esta carencia de soldados y de mapas sea algo gravísimo, pero hay que señalarlo como un punto negativo.
Aunque faltan jefes y más enemigos, hay que reconocer que los que hay molan y se comportan bastante bien. Los hay muy básicos, que empezarás a destrozar casi sin pestañear, pero hay otros con armaduras, e incluso unas bestias voladoras que pueden ser un gran problema si no llevas cuidado. En cuanto a los escenarios, lo dicho, se echa de menos mayor variedad.
Los niveles en sí son pequeños escenarios abiertos por los que nos movemos con total libertad y tienen cierta verticalidad (de hecho, podemos escalar para llegar a puntos altos más rápido). El diseño de cada uno de ellos ayuda al combate, con multitud de coberturas (destruibles, por cierto) y objetos para usar contra los enemigos. Están bien, especialmente los últimos de cada intento, pero se repiten con facilidad.
Como he dicho antes, no es un videojuego muy largo si quieres ver toda la historia. Tienes que superarlo tres veces y, aunque depende de tu habilidad, en unas 8-10 horas puedes superarlo (nDreams nos ha dicho que en sus tests la media está en 12 horas; variará mucho entre jugadores). Está más que bien para ser un juego de VR. Eso sí, si quieres sacarte el platino seguramente necesitarás alguna hora más.
Belleza técnica
Synapse tiene un apartado artístico muy característico, con los tonos grises como principales. Tiene sentido a nivel contextual porque la mente puede ser así, ¿no? Con ausencia de color a nivel general, pero con tonos cálidos e intensos cuando suceden cosas (telequinesis o explosiones). El videojuego es precioso y gráficamente lo vais a disfrutar muchísimo, es muy bonito visualmente.
Lo es, además, porque no he sufrido ni un solo problema gráfico. En las partes en las que estás fuera de la mente, en un escenario “real”, el efecto mura me ha parecido más notable que en otros títulos, pero es algo muy puntual. El videojuego utiliza reproyección para moverse a 120 FPS, pero es la primera vez que no he notado que se usa y se agradece muchísimo el buen hacer en este apartado.
Únicamente se percibe si miras fijamente la mano y fuerzas el juego, pero durante el gameplay la experiencia es fluida y muy agradable, no se aprecia el uso de esta técnica. Bravo por nDreams, porque tenía miedo, ya que las sensaciones que me ha transmitido su uso hasta ahora en PS VR2 y PS5 no son las mejores, con el claro ejemplo de Horizon Call of the Mountain. En Synapse no hay problema.
En cuanto a la resolución y calidad de la imagen, es sencillamente fantástica. No he visto dientes de sierra ni errores extraños al mirar a lo lejos. Se ve realmente bien. El estilo artístico probablemente ayuda a crear una estampa tan buena, pero la realidad es que es uno de los mejores videojuegos de realidad virtual que he probado en el apartado gráfico, así que ni una queja en este apartado.
En cuanto al sonido, el doblaje en inglés de David Hayter y Jennifer Hale es exquisito, y las conversaciones están bien subtituladas en español, con unos textos (todos en castellano, también en menús) en blanco que se leen de forma clara. Eso sí, si no sabéis absolutamente nada de inglés, puede que no entendáis algunas de las amenazas que lanzan los enemigos en mitad del combate, ya que estos comentarios no están subtitulados. No lo pongo como algo negativo. Mal menor.
Por cierto, además del uso del seguimiento ocular, el juego también se beneficia especialmente de los gatillos adaptativos. Por ejemplo, al coger una granada con la telequinesis, podemos moverla si apretamos un poco el gatillo, como si estuviéramos tratándola con sumo cuidado. Si queremos que explote, pulsamos al máximo. Por último, Synapse se lanza a un precio muy competitivo: 35,99 euros. No es algo de lo que suela hablar, pero merece una mención. Gran precio por lo que ofrece.
Conclusiones
Synapse es, en mi opinión, el primer videojuego de una nueva era en la realidad virtual, en la que la calidad de los juegos va a aumentar. Es un juego serio, bien hecho y que quiere dar un golpe encima de la mesa. Aprovecha las características de PS VR2 a la perfección y su mecánica de telequinesis es una auténtica pasada. Si tienes PlayStation VR2, no puede faltar en tu biblioteca.
Por último, dar las gracias a nDreams por cedernos una copia de Synapse.